En la primera entrevista con un cliente, me intereso por su pasión en su proyecto profesional y en su vida.
Emprendedores, directores, jefes de equipo que sienten pasión por lo que hacen y a veces se auto-preguntan:
¿ Cómo es que mi equipo, mi empresa no está apasionado ?.
La pasión versus el sacrificio. Es aquí donde radica el punto de inflexión de una persona o de un equipo que, desde cualquier rol profesional, es necesario se cuestione.
Ayer escuchaba una noticia donde se decía: “ El enorme sacrificio que hacen nuestros atletas para estar en las olimpiadas”. Esta es una afirmación programada desde el entorno que puede fundamentar la creencia de que sin sacrificio no hay éxito.
La Pasión, es una emoción en la que la alegría y la ilusión son pilares donde se sustenta la clara conciencia personal de estar haciendo lo que queremos, viviendo la vida que hemos elegido, persiguiendo el objetivo que nos apasiona, en definitiva lo que sale de lo más íntimo de nuestro ser.
En las organizaciones, sean del tipo que sean, la pasión de las personas que trabajan en ellas, fomenta, que cada una sea autónoma, inter-dependiente, alegre, ilusionada, disfrute, fluya y ello conduce a que ponga el foco en el proceso, que celebre a diario su contribución al bien común, hacia un objetivo compartido.
Es evidente que unas personas apasionadas crean equipos de trabajo apasionados, crean un vínculo entre ellos, en el proceso de elaboración, basado en el disfrute del momento presente. Ello hace que en momentos de dificultad, la comunicación fluya y la interdependencia sea afectiva.
Para mí está claro que, las organizaciones que apuestan por ser líderes, apuestan por personas altamente apasionadas, que dan la mejor versión de sí mismas.
¿Es posible conseguir que el equipo esté apasionado? desde mi punto de vista SI que es posible.
Si las personas que trabajan en las organizaciones se fijan en el proceso, la atención se pone en lo que está sucediendo, en cómo hacen las cosas, se analizan los errores y se introducen modificaciones acordadas, trabajando desde la sinergia.
Se cuida la atmósfera emocional, la excelencia, la confianza, la pasión, el disfrute, el equipo mantiene un buen nivel de rendimiento y la celebración está presente.
La co-creación del proceso en los equipos multi-disciplinares, es la base para obtener la inclusión de todos en él, estén al nivel jerárquico que estén, pues la perspectiva del mismo proceso es diferente desde el lugar en que se observe. En ello se obtiene que el proceso tenga el máximo de información, que el objetivo sea acordado y claro para toda la organización.
Los objetivos pueden ser : personales, de equipo , de la organización. Alinearlos con los valores personales, del equipo y de la organización, es clave para el éxito, es coherencia.
Creo que es la clave para que la pasión surja a todos los niveles de la escala jerárquica. En este punto los equipos llegan a la excelencia.
Las organizaciones buscan personas comprometidas, apasionadas, que den su mejor versión, ello no se consigue con “Oro”, como un atleta no consigue apasionarse a través de la medalla de Oro. Sino que es consecuencia de su pasión en su constancia diaria, que llega a la medalla.
El resultado enfocado al objetivo final, a la “medalla”. Solo puede tener esto.
El resultado enfocado al proceso puede llegar o no al objetivo, en cualquiera de los dos casos, la experiencia vivida en el proceso es única e irrepetible, tomando el error como semilla del éxito, ahí creo que está el valor.
En Ser personas apasionadas, los equipos Son apasionados, las organizaciones Son apasionadas.